lunes, 17 de mayo de 2010

ENURESIS NOCTURNA EN NIÑOS. CONSEJOS PARA PADRES.


Llamamos ENURESIS a la emisión involuntaria de orina durante el sueño, a partir de los 5 años. Es la edad en que se considera que el niño debería haber logrado el control de esfínteres por un proceso de maduración y desarrollo del Sistema Nervioso Central.

Si bien pueden haber causas físicas o genéticas para este trastorno - por lo cual es adecuado hacer una consulta con el pediatra del niño-, son muy frecuentes las

CAUSAS PSICOLÓGICAS.
Generalmente ocurre en momentos o estados emocionalmente críticos para el niño, relacionados con situaciones familiares también críticas en las que los vínculos primarios del niño se ven afectados.
A través del síntoma, pueden estar expresando inconcientemente agresividad, sentimientos de rivalidad y celos (hacia sus hermanos, por ejemplo), rencor, miedo, o ansiedad.

CONSEJOS PARA LOS PADRES:

  • No son buenos los reproches para el niño, dado que el acto de orinarse es involuntario en él.
  • Es bueno motivarlo a que permanezca seco, se elogie su esfuerzo y se recompensen sus logros.
  • No es bueno levantar al niño en algún horario de la noche, porque es muy probable que ese momento no coincida con una sensación de "vejiga llena". Es más aconsejable llevarlo a orinar antes de irse a dormir.
  • Es importante que el niño colabore con las tareas asociadas a mojar la cama (cambiarse la ropa, retirar sábanas mojadas). Ésto ayuda a una concientización por parte del niño de que tiene un problema a resolver, aunque cuente con la ayuda de los adultos.

Lic. Marina Adriana Juárez. Consultas: marinajuarez@gmail.com













domingo, 9 de mayo de 2010

ADOLESCENCIA: ¿POR QUÉ SE PROLONGA TANTO?


La prolongación de la adolescencia es un proceso complejo que puede ser producto de las relaciones interfamiliares.

Frente a la adolescencia de sus hijos, los padres también deben atravesar un período de duelo.

Aceptar su propio envejecimiento y, a la vez, la separación del cuerpo infantil del hijo.

Los nuevos comportamientos de sus hijos -expresiones de cambio en la afirmación de su identidad-, obligan a los padres a revisar antiguos esquemas. (de la concepción de la vida y valores).

Los padres sienten que disminuye su liderazgo en la relación su hijo.

No es fácil este proceso para los padres.

Es así como en muchos casos observamos una "adolescentización" de los adultos al ponerse a "la par" de sus hijos. Es un mecanismo inconsciente con el que niegan la angustia de su propio envejecimiento.

Esto puede provocar en el adolescente inseguridad y sentimientos de dependencia.

También observamos, en otros casos, que los padres presionan excesivamente al adolescente para que logre objetivos de estudio, trabajo, amistades o pareja.

Esto también provoca ansiedades en el adolescente.

Siente que debe cumplir con el ideal paterno, tratando de ser más adulto, para lo cual no está preparado.

Y debemos tener en cuenta también que las crisis socio-económicas son factores que provocan ansiedades confusionales en los adolescentes.

La adolescencia de los hijos es una etapa de cambio en las relaciones familiares. Los padres pueden ayudar a sus hijos a atravesar esta etapa de crecimiento sanamente.

Los adolescentes necesitan ser ayudados por sus padres y saber que cuentan con ellos.

La comunicación entre ambas generaciones es muy importante y debe comenzar ya en la primera infancia.

Es importante no tratar a los adolescentes como niños porque de ese modo se prolonga su dependencia, inseguridad, o pueden experimentar bloqueos para lograr metas que se proponen.

La adolescencia puede finalizar cuando los adultos comienzan a tratar a los adolescentes justamente como adultos.


Lic. Marina Adriana Juárez

domingo, 25 de abril de 2010

EL ADOLESCENTE Y SU VOCACIÓN


La elección de la vocación en el adolescente es producto de un proceso que culmina con el encuentro de su camino personal y su lugar creativo en la sociedad.
El recorrido hacia una autonomía responsable no es fácil. Si bien la palabra “vocación” procede “vocar” (llamado divino para cumplir una misión), la vocación no es un “llamado” desde afuera.
No nace si no que se hace.
Se construye en un determinado contexto histórico, oportunidades familiares y la disposición personal.
Esta construcción, el adolescente la va llevando a cabo en un período de su vida pleno de cambios, en el que está creciendo.
Progresivamente va entrando desde la niñez hacia el mundo y roles adultos. El rol de dependencia e idealización de sus padres entra en crisis, y debe enfrentar problemas y responsabilidades en un encuentro con la realidad misma, que no tiene respuestas claras sino inciertas.
Y las soluciones a estos problemas, deben elaborarlas ellos mismos.
Dejan de comportarse de acuerdo a lo esperado para intentar ser ellos mismos y no quieren ser como los otros.
Pero también necesitan conocer mejor la realidad y lograr una capacidad de crítica.
Quieren ser tratados como iguales para afirmar su personalidad, y frecuentemente se sienten omnipotentes, son inflexibles con sus opiniones e intolerantes con las de los demás.
Pero, poco a poco, por la maduración misma, podrá ir aceptando estas diferencias.
Irá abandonando el egocentrismo (que lo podría hacer elegir varias carreras al mismo tiempo, por ejemplo).
Su identidad personal la irá construyendo en forma funcional, pudiendo dar paso a la expresión de sentimientos tiernos, de cooperación, porque la experiencia de la correspondencia afectiva de sus pares, la sociedad y su grupo primario le produce bienestar.
En este contexto, puede ir preparando su elección vocacional. Las relaciones sociales son muy importantes para la elección de la vocación. Pueden desarrollar a través de ella, su preocupación por la realidad mundial, la realidad nacional y su posición en ellas.
Además, a través de la experiencia, ya han ejercitado la creatividad y han tomado contacto con actividades que tienen valor para ellos, y también saben que hay actividades que no realizarían. De ahí nace la elección.

domingo, 18 de abril de 2010

EL JUGAR DE LOS ADOLESCENTES


En los adolescentes los juguetes son asuntos mundiales. Juegan con la política mundial y se posesionan. Juegan a ser padres o madres en el sentido de mantener relaciones sexuales.
Realizan construcciones imaginativas en las que se convierten en artistas, músicos, filósofos. Juegan a juegos reglados, volviéndose profesionales, o compitiendo por campeonatos mundiales.
Juegan a la guerra, haciendo cosas que pueden envolverlos en verdaderos riesgos (dado que los adolescentes son actuadores).
En los adultos, el juego se manifiesta en la elección de palabras, inflexiones de la voz y el sentido del humor.

NIÑOS: ¿PARA QUÉ SIRVE EL JUEGO?


A través del juego, los niños transforman los objetos, los hechos de la realidad y la fantasía.
El juego permite crecimiento físico, emocional, intelectual y social.
Y es, con frecuencia, placentero.
Permite descargar ansiedades y tensión, y reducir eventos atemorizantes o traumáticos, en los que pudo haber sentido inconscientemente en peligro de destrucción de su cuerpo o rotura de lazos importantes como proyección de sus propios sentimientos hostiles.
Capacita al niño para expresar sentimientos ocultos, generalmente hostiles, sin llevarlo al plano de la realidad, lo cual los tranquiliza.
A partir de la actividad de jugar, la persona puede ser creativa.
Instala la simbolización. Por ejemplo: ausencia-presencia; mío-tuyo; el adentro-el afuera. Esto lo prepara para la difícil tarea real de compartir sus deseos y resignarse a compartir los deseos de los demás, aprender a convivir con ellos, tratando de no dejarse invadir plenamente por los otros. He aquí la función social del juego.
Así, en sus juegos, los niños despliegan escenas en las que hay personajes “malos” con diferentes grados de poderes para “matar” o “atacar” a los “buenos”.
Escenas en que mueren los personajes y luego resucitan, por algún poder oculto en función de reparar un vínculo entre “buenos y malos”
La función más importante del juego es la de poder elaborar los eventos traumáticos que impactan al aparato psíquico, sentidos por el niño en forma excesiva.

domingo, 11 de abril de 2010

ADOLESCENTES: BUSCANDO SU IDENTIDAD

En este camino en busca de una identidad, EL ADOLESCENTE necesita depositar sus ideales en otros objetos que no sean sus padres. (CONJUNTOS MUSICALES, A VECES LA RELIGIÓN). El grupo de pares está también idealizado dado que funciona como “ESPEJO” en este proceso de despegue de los padres que les es difícil y que a los adolescentes les funciona como “red de contención”. Se visten de forma similar y están siempre atentos a que sus conductas los dirijan a pertenecer al grupo. Trasladan su necesidad de apoyo y refugio que antes encontraban en sus padres, al grupo de pares.

Si bien la adolescencia es un período crítico en el desarrollo del ser humano y conlleva turbulencia, desasosiego y cambio, también ES UN TIEMPO DE RENOVACIÓN. De adquisiciones internas en el aparato psíquico y externas en el cuerpo, en el lugar dentro de la familia y la sociedad. Que pueden ser vividas por el adolescente con alegría, aunque a veces sean incómodas para los adultos que rodean al joven en sus momentos de estados taciturnos o de rebeldía.

ADOLESCENTE: EL FIN DE LA INFANCIA

¿Cuáles son los duelos que debe atravesar inevitablemente el adolescente?

1) DUELO por la pérdida del CUERPO INFANTIL, base biológica de la adolescencia. A veces, se encuentra como espectador impotente frente a lo que ocurre en su organismo. El cuerpo físico es vivido como un objeto extraño y cambiante que cuesta asimilar al esquema corporal. Además, aparece una idealización por el cuerpo adulto que se espera tener y que la realidad puede mostrarlo distinto a lo esperado.
2) El DUELO por la PÉRDIDA DEL ROL Y LA IDENTIDAD INFANTILES, que lo obliga a renunciar a la dependencia y a una aceptación de responsabilidades que muchas veces desconoce.
3) El DUELO por la pérdida de los PADRES de la INFANCIA. Por un lado, trata de retenerlos en su personalidad, buscando refugio y protección. Pero esta situación se ve complicada por la propia actitud de los padres que también tienen que aceptar su envejecimiento. Y, por otro lado, el adolescente necesita comenzar a tener opiniones propias y, para reafirmarlas, se rebela ante el discurso de sus padres (Sus primeros objetos de amor).

ADOLESCENTES: PARA COMENZAR A ENTENDERLOS

Para entender lo que es un Adolescente, lo primero que debemos comprender, es que es una persona que está en un proceso de DUELO.
Sin ser un estado patológico, por lo general, el DUELO es la reacción a la pérdida de un ser amado o a una abstracción equivalente y es una labor que debe realizar la psiquis cuando:
1) La realidad ha mostrado que el objeto ya amado no existe.
2) Y requiere que la energía psíquica abandone todas las relaciones con este objeto.
3) Pero naturalmente, surge una resistencia, por parte del aparato psíquico, por los anhelos y recuerdos del objeto perdido.
El proceso de DUELO sólo puede realizarse paulatinamente. Hasta llegar a la instancia en que la persona pueda lograr un desapego de este objeto perdido y desplazar la energía psíquica hacia nuevos objetos.

Esta dolorosa y lenta tarea no tiene por qué ser patológica y sólo requiere la intervención del tiempo.